Al mayordomo le pudo más la curiosidad y entró en la habitación prohibida para leer esos libros.
- No entiendo la prohibición, - pensó- estos libros no son muy bonitos.
Al coger uno, el hombre no se sintió bien, le dolía la cabeza, el libro lo tenía embaucado y le habló así:
Cógeme y llévame fuera.
El dueño del castillo que se había percatado de que algo estaba ocurriendo, corrió hacia la estancia y dijo:
¿Qué has hecho? ¿No sabes que los libros tienen magia?
Ahora ya estoy libre, viejo- dice el libro
Ya era demasiado tarde, el mayordomo ya estaba poseído y corrió al pueblo a decirle a la gente que el dueño del castillo era un brujo. La gente asustada, fue a quemar su castillo, pero el viejo había huido y se había escondido en un bosque.
Pasaron cinco años. Muchas adversidades y hechos tristes habían ocurrido en la comarca. El hombre viejo en uno de sus paseos vio un niño de doce años que tenía el libro que habla. El hombre quiso advertirle del peligro:
¿Dónde has cogido ese libro?
El hombre quiso arrebatarle el libro al niño, pero éste no lo dejaba porque el libro controlaba al niño. Una mujer que vio lo que sucedía, llamó a la policía. Cogieron al hombre viejo pensando que estaba loco y lo llevaron a un centro psiquiátrico.
Después de un mes, leyó el periódico que relataba esta noticia: “Un niño de doce años ha quemado su casa y su familia ha muerto”.
Pensó el hombre : ¡Es el libro!
BENJAMIN
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