Érase una vez un niño llamado Ruán. Un día fue a la biblioteca de su colegio con sus amigos; cada niño sacó un libro. A Ruán poco le gustaba leer. Un compañero le aconsejó un libro que él había leído y le dijo que no era un libro cualquiera, que le enseñaría lo que de verdad tienen los libros. Entonces Ruán sacó de la biblioteca el libro que su amigo le aconsejó. Ruán estaba confuso por lo que le había dicho su amigo, así que empezó a leer el libro camino de su casa. Cuando empezó a leer, de repente se sintió trasladado al espacio exterior y se vio rodeado de naves. El niño se asustó tanto que dejó de leer. Entonces se borró lo que estaba viendo.
Cuando llegó a su casa pensó en lo que había visto; entonces empezó a leer otro capítulo e inmediatamente se trasladó a otro sitio; era un bosque muy bonito, lleno de flores y unas pequeñas casitas; de una de esas casitas salió una luz . Mientras se acercaba esa luz, se iba viendo lo que era; era una preciosa hada, Ruán, asustado, se escondió detrás de un árbol, pero el hada le dijo que no temiera; el niño se acercó al hada, que le dijo que lo que vio antes y lo que estaba viendo ahora era cosa de su imaginación . El hada se lo explicó todo y le aseguró que si seguía leyendo libros podría ver más cosas fantásticas . Desde ese día Ruán siguió leyendo e imaginándose cosas.
Seudónimo: Histolector
Seudónimo: Histolector
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