viernes, 17 de abril de 2009

LA BIBLIOTECA ANIMADA


La biblioteca pública de Villa Estrella parecía como la de cualquier otro pueblo de España. De hecho Antonio López, el bibliotecario, siempre pensó que era corriente y silenciosa.
Pero guardaba un secreto en su interior que ningún hombre conocía. Cuando Antonio López terminaba su trabajo y apagaba las luces, los libros cobraban vida y se paseaban tranquilamente por las estanterías y los pasillos de la biblioteca.
Pero hoy era un día especial, “Don Quijote”, el libro más antiguo, había citado a todos los demás para un reunión importante.
El grueso libro, escrito por un tal Cervantes, se subió a la mesa del bibliotecario y les dijo a todos que hacía un mes que faltaban algunos de sus compañeros -libros.
El lobo del cuento de “Los Cabritillos” dijo -es verdad- , hace días que no veo a “Caperucita Roja”, a “Fray Perico y su borrico” y a “Judy Moody”, aunque eso es normal porque todos sabéis que siempre está de muy mal humor.
“Espasa Calpe” que es una enciclopedia de muchos tomos y por tanto sabía mucho dijo, que entre sus páginas había historias que halaban de libros que la gente tiraba a la basura, los rompía y hasta los estropeaba pintando encima de ellos.
“Kika Superbruja”, que era un precioso libro de aventuras juveniles dijo que ella había oído esas historias, pero como amiga de todos los desaparecidos había que hacer algo para encontrarlos.
El “Diccionario de la Lengua”, que como todos saben es un libro marrón y gordote, dijo que él sabía que algunos niños se llevaban los libros de la biblioteca y no los devolvían. “La gota de lluvia”, un pequeño libro infantil, dijo que la cosa estaba clara como el agua, había que idear un plan para rescatar a los amigos.
A “Don Quijote” se le ocurrió una idea, había que mandar una patrulla a buscar a los desaparecidos. “El vampiro del diento flojo”, “Los cinco”, que tenían experiencia en investigaciones y el “El coleccionista de estrellas”. Todos eran libros que gustaban mucho a los niños, por eso salieron de sus estanterías y se colocaron en la mesa del bibliotecario para que al día siguiente los primeros niños que entraran los vieran y los pidieran prestados.
A los cinco días devolvieron los libros prestados. Esa misma noche se reunieron de nuevo los libros para que les contaran lo que habían averiguado de los amigos perdidos. Todos los libros los tenía Juanito Malacara, que era un niño muy travieso que nunca devolvía a la biblioteca los libros tomados como préstamo.
“El rey Arturo cabalga de nuevo más o menos”, dijo que él se encargaría de dejar la ficha de recogida de los libros encima de la mesa del bibliotecario.Al día siguiente, Antonio López vio las fichas y llamó a los padres de Juanito Malacara para que los devolviera. Esa noche, con todos los libros ya en la biblioteca, Antonio López, antes de marcharse a casa dijo:
ESTA NOCHE YA ESTÁIS TODOS.

Seudónimo: LULÚ

2 comentarios:

  1. Preciosa historia.
    Cuando todas las mujeres y hombres consigamos trabajar en equipo como la hacen tus libros, viviremos en mundo mucho mejor.
    Enhorabuena Lulu.

    Rafael

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  2. FELICIDADES Lulu
    tu historia es fantastica, me encantaria tener una biblioteca como esa .
    sigue escribiendo lo haces muy bien!!!!!!!!!!

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