viernes, 17 de abril de 2009

NICOLÁS VIAJA AL PASADO


Érase una vez un niño que vivía en un pueblo pequeño de Madrid. Se llamaba Nicolás y tenía once años. Nicolás solía ser solitario y no jugaba nunca a nada, ya que no tenía amigos. Pero a Nicolás solo le gustaba una cosa en el mundo más que tener amigos: ser escritor.
Un día llegó al pueblo una niña de su edad, se llamaba Monique y era francesa. La niña tampoco tenía amigos e intentó hacerse amiga de Nicolás. Este se resistió, pero al final cedió. Se fueron dando cuenta de que tenían muchas cosas en común, como por ejemplo que a los dos les gustaba escribir. Un día Nicolás propuso algo:
-Monique, ¿qué te parece que escribamos un cuento?
-Me gusta la idea-dijo Monique-. Pero, ¿de qué lo podríamos escribir?-preguntó dubitativa.
-¡De historia!¡De romanos y de griegos!-exclamó Nicolás.
Así Nicolás y Monique fueron a la biblioteca a buscar información sobre el tema. Encontraron varios libros, pero al abrir uno aparecieron en el Imperio Romano. Nicolás
iba vestido de gladiador y Monique era su esposa.
-¡Esto es increíble!-exclamó Nico-.Soy un gladiador.
-Lo que pueden hacer los libros es impresionante. Por eso me gustan tanto.
Poco a poco fueron conociendo la antigua Roma e incluso conocieron al Emperador Nerón. Pero a los pocos días aparecieron en Grecia. Había habido un gran cambio y ya no estaban vestidos de gladiadores. Sino que llevaban algo parecido a una túnica blanca. Pudieron conocer a Aristóteles y le ayudaron en sus cálculos matemáticos, aunque lo de ellos fuese la escritura. Aprendieron historias de la mitología y cuando estuvieron preparados , ¡zas!, aparecieron de nuevo en la biblioteca.
-¡Ha sido maravilloso! ¡Fantástico! –dijeron a coro.
-Ahora ya tenemos suficientes conocimientos como para escribir un libro-dijo Monique alegre.
-Después de todo no hubiese conseguido escribir el libro sin ti.
Poco después presentaron el libro a los niños del pueblo y todos, incluso los que solo pensaban en el deporte, se aficionaron a la lectura. El alcalde se alegró tanto que mandó construir una estatua en su honor y Nicolás comprendió que por tener gustos distintos no debería dejar de tener amigos.

Seudónimo: GAFITAS

2 comentarios:

  1. Me parece un relato extraordinario, tanto desde el punto de vista de la expresión (uso del lenguaje, ortografía...) como en su originalidad .
    Estamos ante una escritora pequeña en edad pero con un gran potencial que ojalá en el futuro desarrolle. Enhorabuena

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  2. GRACIAS PORQUE TU CUENTO, HA TRAÍDO AL PRESENTE,VIVENCIAS QUE FORMAN PARTE DE MI, CUANDO ESCRIBÍA RELATOS A DÚO,POR LA CALLE...

    NUNCA DEJES DE ESCRIBIR, DE UTILIZAR LAS PALABRAS, PARA TRAZAR PLANOS, QUE PERMITAN CONSTRUIR LUGARES HABITABLES POR LA IMAGINACIÓN, SOBRE EL SOLAR VACÍO, QUE ES SIEMPRE UNA PÁGINA EN BLANCO...

    NUNCA DEJES DE SOÑAR...

    UNA FORTA ABRAÇADA!

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