lunes, 13 de abril de 2009

Una niña soñadora


Una niña llamada Sonia estaba acostumbrada a que sus padres todas las noches antes de irse a dormir le leyeran libros. Desde que era una cría sus padres le leían todo tipo de libros de fantasía, debido a que era muy pequeña y es lo que le suele gustar a los niños de su edad. Le encantaban los cuentos de princesas. Su cuento preferido era el de la bella durmiente, esa historia le llevaba a unos sueños muy dulces,sin pesadillas, ese libro le relajaba y le ayudaba a dormir.

Un día cuando sus padres le fueron a contar ese libro ella se tumbó, miró por la ventana.
Su madre la arropó mientras su padre se preparaba para contarle el libro. la niña se sabía el cuento con todos los detalles, pero, aun así, seguía dándoselo a su padre para que se lo leyese.
Ya llegando al final del cuento la niña inspiró, y se quedó profundamente dormida, de pronto despertó en un mundo muy extraño, con muchos jardines, a lo lejos se veía un bonito castillo, de repente a sus pies apareció una alfombra roja que la conducía al castillo, llegó al final de la alfombra, tocó la puerta y le abrió un pequeño sirviente, ella le preguntó que donde estaba y el le contestó “en el país de los sueños”.

Ella se quedó asombrada, y se puso muy feliz la condujeron hacia el castillo.
Era muy bonito, aunque su estructura era sencilla, era de dos plantas parecía enorme,
las paredes eran de color claro tirando a amarillento y destacaba mucho la larga alfombra roja, tenía unas puertas enormes casi tan grandes como el castillo, que al llegar la niña se abrieron hacia dentro produciendo una brillante luz.
En su interior no había nada estaba todo vacío, solo había personajes de todo tipo de cuentos; los tres cerditos, la Cenicienta, el gato con botas, la bella y la bestia,la bruja de Blancanieves, los príncipes, caperucita roja, Alicia la del país de las maravillas.

Ella estaba boquiabierta impresionada porque estaba cumpliendo su sueño de conocer a todos los personajes de los cuentos pero algo la sacó de sus casillas y la preocupó no estaba la Bella durmiente, su preferida.

Se puso muy triste, fue conducida hacia una sala que estaba en el fondo de un largo pasillo. Abrió la puerta y allí estaba la Bella durmiente, la miró y le sonrió, era preciosa incluso más de lo que parecía en el cuento. De pronto cuando fue a hablarle se despertó del sueño le entró una enorme pena de no haber podido hablar con ella. Se despertó en su pequeña cama.

Seudónimo: VIALJI

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