lunes, 13 de abril de 2009

Un mundo de libros


Era el primer día de clase, por fin dejaba atrás la escuela de primaria e ingresaba en el instituto. Recuerdo que estaba nerviosa y ansiosa por saber cómo era todo aquello, era una sensación única.
Nos reunimos todos los de 1º y 2º en la sala de usos múltiples (SUM) y nos explicaron las normas del centro; a continuación nos asignaron en un grupo y junto con los demás compañeros y el tutor subimos a nuestra clase. Estuvimos allí una media hora hasta que nos dejaron salir
A la salida me encontré con mis amigas de primaria con las que no había coincidido en la misma clase y hablamos durante un tiempo prolongado, luego nos fuimos cada una a su casa.

Al día siguiente ya empezaban las clases con normalidad, había que llevar los libros y el resto del material.
Tenía nuevos profesores y asignaturas mas difíciles; ya nada tenía que ver con la escuela… poco a poco me fui integrando en mi grupo, había hecho nuevos amigos; como Paula que era una chica pelirroja, alta y muy estudiosa; al contrario que Enrique y Sara que eran muy vagos y charlatanes, pero me caía bien y nos hicimos muy amigos.

A las dos semanas ya nos podíamos apuntar a alguna actividad extraescolar; yo, muy ilusionada, me apunté a bádminton junto con una amiga de primaria. Al principio no le debamos al volante ni una vez pero según iban pasando los días aprendíamos a jugar.
Un día al terminar las clases de bádminton, me fui a la biblioteca para leer el libro que nos mandó el profesor de lengua, a mi no me gustaba leer, pero al día siguiente tenía el examen.
Mientras leía el libro sentí un inmenso cansancio, entonces levanté la vista y me di cuenta de que nada a mi alrededor era como antes de leer el cuento. Parecía que me había sumergido en la historia convirtiéndome así en la protagonista.
Todo lo que yo había leído en el libro se iba haciendo realidad; el cuento era de intriga y asesinatos, y yo intentaba descubrir al culpable.
Hasta el momento ya sabía lo que me iba a suceder, pues ya lo había leído. Pero al llegar al último asesinato no sabía que hacer, era un capítulo al que todavía no había llegado y tenía que acabar el cuento, si no, no saldría de él.
El miedo por no saber qué hacer y ¿si no vuelvo a salir del libro?... estas dudas me atormentaban la cabeza y me atemorizaba la idea de no volver a ver a mi familia y amigos.
Entonces sentí el sonido de un golpe, o un disparo, fuera lo que fuera me hizo desmayarme. Y al abrir los ojos me di cuenta de que seguía en la biblioteca y todo lo que creía que había pasado era producto de mi imaginación y la fantasía del libro que estaba leyendo se había apoderado de mi haciéndome ver alucinaciones.
El conserje dio un portazo para despertarme y ese fue el ruido que yo confundí con un disparo…

Ya iban a cerrar el instituto y me tenía que ir, recogí rápidamente mis cosas y me fui corriendo a mi casa, pues no hacía otra cosa que pensar cómo acabaría la historia.
Así, llegue a mi casa m encerré en mi cuarto y me sumergí de nuevo en una aventura fascinante e increíble.
Desde ese día me encanta leer libros y ver cómo me hago parte de la historia, eso lo hace todo mucho más interesante.


Seudónimo: Bea


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