Érase un país africano en el que había una pequeña aldea muy pero que muy pobre. Sólo tenían para comer una vez al día. Un día desde muy lejos llegaron unos extraños forasteros. Uno de ellos habló: - Venimos de Francia con la misión de enseñar a los niños con la ayuda de nuestro mejor amigo, el libro. Desde ese día empezaron a crear varios colegios donde los niños, con gran ilusión, aprendían cosas nuevas. Aunque cada niño aldeano tenía su propio nombre, les gustaba tanto lo que hacían, que se los cambiaron. Uno se llamó Mates, otro Geografía, unas gemelas se pusieron Física y Química, un niño se quiso llamar Cono…en fin, que los libros se hicieron tan famosos que hasta en cada casa llegó a haber cinco estanterías llenas de ellos. Así fue como, sucesivamente, los libros pasaron de padres a hijos. También de aquella pequeña aldea procede la palabra libro y su campo semántico: librero, librera, librería…
Los aldeanos se aficionaron tanto a la lectura que todos los niños y niñas tenían gafas y hasta le cambiaron el nombre a la aldea. ¿ sabéis cual fue su nuevo nombre?... Pues se llamó Librón.A partir de entonces todos los libros fueron “Libros Sagrados”, y ay del que no los cuidara… podría costarles hasta la cárcel.
Después de que mi abuelo me contara esta leyenda recordé aquel dicho que decía…..
“El mejor amigo del hombre…………..es el libro.”
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