En la biblioteca estamos nosotros, los libros; nos pasamos todo el tiempo de nuestra larga, larguísima vida en ella. Voy a contar una de las historias que me pasó con un niño que me cogió para leerme. Y aunque nadie sabe que los libros somos seres vivos, como tú o como cualquier otra persona, él… ¡se enteró!
Hola – dije yo, y él por supuesto se asustó.
¿Quién habla? – dijo Jorge, el chico.
Pues yo ¿quién va a ser si no?
Le expliqué todos los problemas que teníamos, como que ¡había niños que nos pintaban! o que ¡nos arrancaban páginas!
Jorge comprendió todo lo que le decía.
Le diré a mis amigos que traten mejor a los libros.
Si, pero guarda en secreto que los libros tenemos vida.
Por supuesto que lo guardaré en secreto.
Y gracias a Jorge los niños aprendieron a respetar más los libros.
Seudónimo: SOL
Hola – dije yo, y él por supuesto se asustó.
¿Quién habla? – dijo Jorge, el chico.
Pues yo ¿quién va a ser si no?
Le expliqué todos los problemas que teníamos, como que ¡había niños que nos pintaban! o que ¡nos arrancaban páginas!
Jorge comprendió todo lo que le decía.
Le diré a mis amigos que traten mejor a los libros.
Si, pero guarda en secreto que los libros tenemos vida.
Por supuesto que lo guardaré en secreto.
Y gracias a Jorge los niños aprendieron a respetar más los libros.
Seudónimo: SOL
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